A la tercera va la vencida- Ana Jara y el nuevo gabinete magisterial.

Tras las renuncia de René Cornejo, la ministra de trabajo, Ana Jara, se convirtió ayer en la sexta Premier del gobierno de Ollanta Humala.

La odiosea de Ana Jara comenzó hace poco más de una semana, en la que con 50 a favor, 63 abstenciones y 1 en contra, y luego de 17 horas, no consiguió el “voto de confianza” de los parlamentarios.

Luego de haber expuesto por casi 3 horas el plan de trabajo que el Ejecutivo se replanteará con esta jefatura magisterial, dejo dicho que trabajaran en torno a 5 ejes: educación, salud, seguridad ciudadana, crecimiento e inversión productiva, además de lucha contra la corrupción. Además explico que las problemáticas del país, de no poder ser concretadas en su integridad, seguirán siendo reforzadas.

“Es esencial lograr una educación de calidad. Es el primer gran compromiso del Gobierno y de este Gabinete continuar con la reforma iniciada”, afirma. En particular esta frase llama la atención de muchos estudiantes por la reciente Reforma de Ley Universitaria que también busca la propagación de una educación superior de calidad y a la cual, el apoyo pleno del Estado y del gabinete, le haría saltar ese gran paso de mera ley a compromiso y responsabilidad.

Mas esto, en primera instancia, no fue suficiente. La pregunta sobre si teníamos poder ejecutivo desató debates. La constitución declara que para la confianza al gabinete, se necesitan del tercio o más a favor; de no ser así, se pasaría a una segunda instancia y de último, se toma la censura o negación con un porcentaje no menor al 25%. El debate nace a partir de la inseguridad que se crea cuando la mayoría es de votos en abstención. “No se le niega, pero tampoco se le otorga”. Sí, eran más rojos que verdes pero eran más ámbar que verdes. El “hueco” en la Constitución se hizo notar y el debate moral nacía a partir de ellos. ¿Cómo presidir un Consejo de Ministros sabiendo que cuentas con una mayoría que “no sabe, no opina”?

Se llegó a una segunda contienda en donde el panorama, de nuevo, fue desalentador para la premier; esta vez con 53 verdes, 58 amarillos y 2 rojos. Luego de dos días y de nuevo haber fracasado, Jara conversó en privado con las diversas bancadas llamando a la reflexión.

Por fin, hoy, con 54 a favor, 54 en contra y 9 abstenciones, fue Ana María Solórzano quién tuvo en sus manos la decisión de darle “luz verde” al gabinete Jara. La presidenta del congreso dirimió y se le otorgó el voto de confianza a la premier y a su gabinete. Mas el detalle de todo este lío político es que, gracias a 2 votos de congresistas-ministros es que se llegó a un empate que pudo ser diferenciado por el voto de Solórzano. Tanto Otárola como Omonte equilibraron la balanza y quizá, el voto de confianza hubiera sido rechazado, de nuevo, de no haber sido así.

De todas maneras, el Estado supero esta “crisis”, de nuevo. Ya tenemos (nuevo) poder Ejecutivo, esta vez con Ana Jara a la cabeza; el saliente presidente del congreso, Freddy Otárola como M. Trabajo; y todos los demás ratificados del antiguo gabinete.