A once años: procesos inacabados de reconciliación

31.08.2014 18:58

El pasado 28 de agosto del 2014 se cumplieron 11 años desde la presentación del Informe final de la Comisión de la Verdad y Reconciliación. Creada por el gobierno de transición tras el colapso del gobierno de Fujimori, buscaba analizar los hechos ocurridos durante el conflicto armado interno y brindar otra perspectiva a parte de la historia oficial instituida implícitamente en el gobierno anterior. Mas, uno de los principales objetivos del informe era aportar tras el análisis una serie de propuestas para la reconstrucción y la reconciliación nacional. Hoy en día, once años después, las recomendaciones no han sido aplicadas a plenitud o se desarrollan lentamente, sin haber generado el impacto deseado en el Perú.

Uno de los procesos pendientes es conseguir y garantizar justicia y reparaciones para las víctimas del conflicto. Todavía quedan muchas denuncias sin resolver y casos que se han quedado en el olvido, así como víctimas que día a día conviven con los estragos tanto físicos como psicológicos sin recibir ningún tipo de ayuda.

Además, con el propósito de que no se repita la historia, la CVR le da vital importancia a los procesos de construcción y vigencia de memorias colectivas. Así, se postuló un cambio en el proceso educativo y cultural, de manera que dentro de la tarea educativa se incluya inculcar sobre el conflicto, para que no se deje en el olvido tanto los sucesos como a las víctimas. En la actualidad, lamentablemente no se le da el énfasis requerido en los planes de estudios y ha surgido una nueva generación indiferente a los hechos o con versiones distorsionadas.

Una de las principales necesidades que surgen tras el amplio análisis de causas y consecuencias es consolidar una democracia efectiva, por lo que se proponen reformas institucionales y estructurales dentro del estado. Desde una democracia consolidada e incluyendo la búsqueda de justicia y de  construir memorias colectivas en el presente, se plantea necesariamente una ciudadanía democrática basada en los principios igualdad y que parta del reconocimiento e inclusión de los demás. Sin embargo, quizás en esto es lo que menos se ha logrado avanzar: no ha habido un cambio sustancial dentro de las instituciones, la indiferencia y el olvido continúan y se manifiestan en las nuevas generaciones, y continúan paradigmas como la discriminación que generan brechas sociales. Hoy más que nunca es necesario hablar de un proceso social intercultural y pluricultural. El abandono a la población más violentada persiste, tanto por parte del estado como de la sociedad general.

Once años después queda mucho por realizar y concretar de las recomendaciones del informe final de la CVR. Tanto el estado peruano como sus instituciones deben de responsabilizarse por impulsar los cambios necesarios. Mas, todos debemos asumir nuestra responsabilidad colectiva: sin dejar en el olvido al pasado y cambiando la indiferencia por la empatía, reconocimiento e interés mutuo. 

                                                                                                                                            
                                                                                                                                                                    Laura Daniela Sánchez Valdivia.

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